miércoles, 22 de noviembre de 2023

Colocaciones

 


¿Qué son las colocaciones?


Las colocaciones son combinaciones frecuentes de palabras que encontramos prefabricadas en la lengua. Aunque algunos sostienen que el concepto de colocación ya era conocido por los antiguos griegos, se considera que es el británico J.R.Firth  introduce el término colocación en su artículo «Modes of meaning» (1951). Firth lo define como «la compañía que tienen las palabras» (en inglés, the company words keep). Las palabras tienen sus preferencias y suelen elegir como compañeras a otras palabras  formando así combinaciones frecuentes. Por ejemplo, decimos «un apuesto caballero» pero no «una apuesta dama»; «conservamos el buen humor» pero no lo «guardamos»; tenemos «luna menguante» pero no «decreciente»; podemos «dar un consejo» pero no «otorgarlo».

 

En lingüística, una colocación es una combinación estable de palabras que se emplea de manera preferente, en lugar de otras también posibles, para referirse a un determinado objeto o estado de cosas de la realidad extralingüística. Se trata de combinaciones como vino tinto, pronunciar un discurso, asquerosamente rico o fracasar estrepitosamente, que a cualquier hablante nativo le resultan conocidas, pero que, como veremos, no son en modo alguno evidentes.

 

El nombre colocación nos puede extrañar en un primer momento porque normalmente significa otra cosa, pero todo tiene su explicación. Colocar viene del latín con y locare y significa, por tanto, etimológicamente ‘poner junto’. En el sentido que nos interesa, lo que se junta son palabras. El término lingüístico se refiere a un fenómeno que se puede constatar en cualquier lengua: de todas las combinaciones de palabras que en principio son posibles para referirse a una realidad dada, en la práctica únicamente se utilizan unas pocas o, incluso, una sola.


Supongamos que un estudiante extranjero se presenta en un bar de Cáceres y pide un vino rojo o un vino colorado. Puede que el camarero le entienda, pero también se dará cuenta inmediatamente de que algo no encaja en la expresión (y si es un hablante nativo quien se lo pide, es probable que no le sirva el vino porque le parecerá que no está en condiciones de tomárselo). El problema consiste en que de todas las expresiones posibles para referirse a esa bebida, la única que de hecho se utiliza es vino tinto, donde aparece un adjetivo tinto que, según el diccionario, significa ‘rojo’, pero que resulta totalmente infrecuente con ese sentido fuera de esa combinación. El español, además, se aparta en esta denominación de otras lenguas, que al vino de color rojo simplemente lo llaman vino rojo; por ejemplo, el francés (vin rouge), el inglés (red wine) o el checo (červené víno).

 

Se dice a veces que las colocaciones son combinaciones frecuentes, aunque esto se ha de matizar. Por un lado, hay combinaciones que apenas se utilizan, como acendrada virtud, y que, sin embargo, reconocemos como secuencias prefabricadas que están disponibles en la lengua para expresar una idea determinada. Por otro lado, hay combinaciones enormemente frecuentes, como ojos verdes o una cosa, cuya frecuencia tiene que ver con cómo está hecho el mundo y no con cómo está hecha la lengua, y que, por tanto, carecen de interés para el lingüista.

Las colocaciones son imprevisibles, de ahí la necesidad de aprenderlas. Siguiendo con nuestro ejemplo del vino tinto, no hay forma de adivinar que tinto es precisamente el adjetivo que necesitamos ahí. ¿Y por qué decimos dar un paseo? ¿No sería más lógico hacerlo como los italianos (fare una passeggiata) o los franceses (faire une promenade)? Ahí está la gracia del asunto, en que se dice así y no de otra manera. Y quien quiera hablar correctamente esta lengua tendrá que aprenderlo. Pero es que incluso nombres que presentan rasgos en común en su significado se combinan a veces con verbos diferentes. Así, se dice dar un paseo, dar una vuelta, pero no dar un recorrido o dar una excursión.

 

Llegados aquí hay que aclarar, no obstante, que no se deben confundir las colocaciones con otras combinaciones de palabras también imprevisibles: las expresiones idiomáticas (por ejemplo, tomar el pelo). El significado de las colocaciones es compositivo, es decir, se puede identificar qué parte del significado del conjunto aporta cada uno de los componentes individuales. Las expresiones idiomáticas, en cambio, significan en bloque, sin que se puedan identificar significados parciales que residan específicamente en cada uno de sus componentes (compara cometer un error con meter la pata).

 

No se puede hablar correctamente sin un dominio adecuado de las colocaciones. Una de sus características es que presentan de manera inequívoca un concepto, por lo que facilitan una comunicación económica y certera. Por ejemplo, yo puedo decir interrogar a un alumno para comprobar si ha aprendido la materia que tenía que traer estudiada para hoy y me entenderán, pero, desde luego, todo será más fácil si digo tomar la lección. Además, este tipo de expresiones distinguen a menudo niveles de lengua: si me estoy dirigiendo a un amigo, diré: Échame ahí una firma; pero en un reportaje sobre la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea probablemente oiremos que El Presidente estampó su firma en el Tratado. Piensa en lo ridículo que sería intercambiar los verbos en estos ejemplos.

 

Hay diversos tipos de colocaciones, dependiendo de las clases de palabras que se combinan:

1.- Sustantivo y adjetivo: vino tinto, error garrafal, enemigo acérrimo, soltero empedernido

2.- Verbo y sustantivo: dar un paseo, celebrar una reunión, pronunciar un discurso, refrescar la memoria

3.- Verbo y adverbio: saludar efusivamente, discutir acaloradamentenegar taxativamente

4.- Adverbio y adjetivo: asquerosamente rico, gravemente herido, rematadamente loco

5.- Sustantivo, preposición y sustantivo: loncha de jamón, banco de peces

 

Es fácil comprobar que estas combinaciones son propias de una determinada lengua, en este caso, del español: trata de traducir los ejemplos de arriba a otro idioma y lo verás. De hecho, una dificultad nada desdeñable en el aprendizaje de una lengua extranjera consiste precisamente en el dominio de las colocaciones. Muchos de los errores de los hablantes no nativos son vinos colorados, es decir, combinaciones de palabras que son gramaticalmente correctas, pero que nadie usa.


Fuentes: 


MELÉNDEZ, Marina (S/F) Colocaciones en Español con Virgulilla. Obtenido en https://virgulilla.wordpress.com/2012/09/27/colocaciones/ (Consultado el 21 de noviembre de 2023)

BUSTO, Alberto (S/F) Colocaciones en Blog de la Lengua Para Escribir Mejor. Obtenido en https://blog.lengua-e.com/2010/que-son-las-colocaciones/ (Consultado el 21 de noviembre de 2023)


Ejercicio colaborativo sobre colocaciones en Español

https://wordwall.net/es/resource/64329104


Ejercicio individual sobre colocaciones en Español

https://paginadelespanol.com/ejercicio-con-algunas-colocaciones/


Quizzes about collocations

https://www.esleschool.com/collocations/

https://english-at-home.com/lessons/collocations-quiz/



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